martes, 20 de diciembre de 2011

¿LO QUE COMEMOS AFECTA AL ESTADO DE LA PIEL?

Por si no lo sabías, lo que pones en tu plato se refleja en tu espejo. ¿Las claves para verte más guapa? Sigue el consejo de los expertos: evita azúcares y grasas, y elige frutas y verduras.
Somos lo que comemos, lo que descansamos y lo que sentimos. Y está claro que el modo de alimentarnos repercute en el estado de nuestra piel. Es un gran error suponer que nuestra alimentación es la correcta, en nuestra dieta hay un gran déficit de vitaminas y minerales. Además, la escasez de ácidos grasos esenciales tienen secuelas en la piel y empeora los casos de acné, dermatitis e incluso de otras enfermedades de tipo inflamatorio. Y el déficit de nutrientes como el ácido fólico o la vitamina B!” está produciendo episodios de sequedad y fragilidad máxima del cabello. Vitaminas y oligoelementos no se pueden sintetizar en el organismo, solo nos llegan a través de la alimentación y juegan un papel fundamental en la salud de la piel y el peso. Por ejemplo, la aparición de venitas está relacionado con la falta de vitamina C;  una piel seca o envejecida está relacionada con la escasez de zinc o vitamina E; y una alopecia severa y una cara pálida, por la falta de hierro.

Los riesgos del azúcar
En el proceso de envejecimiento influyen nuestro material genético, el estilo de vida, los excesos de alcohol, tabaco, estrés y, por supuesto, la alimentación, qiue si es inadecuada puede acelerarlo y provocar que la edad biológica sea superior a la cronológica. A este respecto, el fenómeno de la glicación es clave. Es un proceso lento que provoca envejecimiento celular. Es una reacción química que se produce frente a los excesos de azúcares, en concreto, la glucosa. Como esta se tiene que fijar a sustancias transportadoras para llegar a las células, cuando hay un exceso utiliza otros vehículos que son moléculas proteicas y se crean compuestos imposibles de eliminar. En la piel, este fenómeno ocurre en la dermis, provocando la fijación de la glucosa a las fibras de colágeno. Esto desestructura las células y provoca falta de elasticidad, firmeza y arrugas.

Los mejores aliados
Para llenar la cesta de la compra teniendo en cuenta las necesidades de la piel, hay que buscar vitaminas, minerales y aminoácidos. Entre las primeras se ha de prestar atención a la vitamina C, presente en los cítricos; la vitamina E, en los aceites de sofá y de oliva, a la provitamina A, en zanahorias y calabaza. Los minerales estrella son el selenio (en carnes, pescados, marisco y huevos); el cobre (en pescados, mariscos, cereales y vegetales verdes) y el zinc (en legumbres, carnes y cereales completos). Por último,  apuntar que un aminoácido, la cisteína, que encontramos en huevos, lácteos, carnes y pescados, es importante para la producción de las enzimas que combaten los radicales libres. El secreto: comer de todo todos los días.

Artículo de la revista “Mujer hoy” del 5 de noviembre del 2011
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